Bobby - review
Probablemente esta película pasó completamente inadvertida en EEUU porque no hay conspiraciones, teorías complejas ni paranoia especulativa. No. A diferencia de la JFK de Oliver Stone (donde el ícono central era el otro Kennedy asesinado, John), Emilio Estevez decide tejer una historia coral sobre la vida de diferentes personas alojadas en el Grand Hotel, sin ninguna particular trascendencia, durante el día en que Robert Kennedy, Bobby, fue asesinado luego de terminar su discurso en el que asumia su victoria en las primarias presidenciales en 1968.
Asi que Bobby llegó a Chile, vía Amazon, directamente empaquetada en una caja de plástico con un disco en su interior. Pero llegó. Afortunadamente. Es que Bobby no parece ser muy pretenciosa y se las arregla para narrar diversas historias y temas que reflejan el sentimiento de la época: la guerra de Vietnam, el racismo, la hipocrecía, las drogas, etc, unidas de tanto en tanto por diversos monologos de Robert Kennedy y su visión sobre lo mismo. Personalmente yo no conocía mucho de este personaje, pero parece ser que los gringos se perdieron a una gran persona, a un potencial gran presidente. Y ese es el punto: Estados Unidos, principalmente, se ha caracterizado por eliminar a grandes pensadores que estuvieron en posición de hacer un cambio drástico en su forma de enfrentar al mundo, conformándose sólo en hacer buenas películas en su honor (y canciones). Asi fue con Lincoln, JFK, Martin Luther King y, ahora, con RFK. Gracias a eso el pais del norte ha terminado siendo dirigido por Nixons y Buschs.
Pero, a pesar del comentario político, la película no lo es. No tanto. Sobre todo considerando que fue dirigida por un tipo que pertenece a una familia de demócratas como es la de los Sheen-Estevez. Sí, se encarga de mostrarnos que Bobby era un tipo adelantado a su tiempo, que a fines de la decada del sesenta ya hablaba de la polución ambiental, entre otras muchas cosas. Y es quizás por eso que en Bobby haya un desfile tan grande de afamados actores y actrices... tanto que llega a ser divertido intentar identificar a cada una de las estrellas: Anthony Hopkins, Martin Sheen, Demi Moore, William H. Macy, Sharon Stone, Elijah Wood, Lindsay Lohan, Laurence Fishburne y Helen Hunt, entre otros, cada uno de ellos representando una pequeña historia cargada de temática política, pero no en forma literal, sino en una narracion simple y humana, como la vida misma.
Al final, a pesar de que uno sabe que Bobby es asesinado por un joven palestino, uno no quiere que llegue ese momento. Lo mismo que pasó en Titanic... uno sabe que el barco se va a hundir, pero, si lograste enganchar con la historia de Jack y Rose, te gustaría que el destino hubiese sido otro, aun cuando el personaje central no es Robert Kennedy (que de hecho solo aparece en imagenes de archivo), sino los otros huespedes del Gran Hotel que, de alguna forma u otra, terminan presenciando en conjunto el ultimo discurso de Bobby y siendo alcanzados por la ráfaga de odio que apagó su voz.
En lo personal, me impresiona que en tan poco tiempo de pantalla uno logre tan fuerte conexión con un joven que decide casarse para no ir a Vietnam, un viejo que rehuye a la jubilacion como portero del hotel, un latino que debe regalar sus tickets para el histórico juego de los Dodgers, un esposo maltratado psicologicamente por su borracha y famosa señora y dos jovenes que comienzan a conocer el mundo de las drogas. Cada uno de ellos debe tener poco menos de 10 minutos de cinta, y aun asi, importan. Son historias minimas, casi irrelevantes, pero reales y bien contadas y actuadas. No es facil mantener tantos platos girando en un palo durante 100 minutos, pero Emilio Estevez, a pesar de su escasa experiencia, lo logra dignamente.
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