The Last King of Scotland - review
El Ultimo Rey de Escocia puede ser uno de los títulos más erráticos del último tiempo. No, no tiene nada que ver con una película de la Edad Media, ni con reyes, ni con Escocia. Es sobre Forrest Whitaker y su interpretación de uno de los dictadores más crueles de Africa: Idi Amin. Si bien Whitaker no es el personaje central está nominado al Oscar como tal y ya ganó el Globo de Oro por su representación de este monstruo al que uno, pese a las locuras de que es capaz, extrañamente llega a querer. A ratos. Es que el gigante del ojo caido se roba cada una de las escenas en las que aparece, tal como lo hice en Ghost Dog, en The Crying Game y... bueno, en todas (¿Puede ser uno de los actores más cool junto a Christopher Walken?).
Amin fue el dictador de Uganda entre 1971 y 1979, periodo durante el cual se estima que asesinó entre 80.000 y 500.000 personas (tremendo margen de error). Es durante su llegada al poder que conoce a Mr. Tummus de Las Cronicas de Narnia, perdon, a Nicholas Garrigan, un escoces recién graduado de medicina que se embarca a Africa, luego de seleccionar su destino en forma aleatoria, en busca de aventuras y de alejarse de su megalómano padre. Luego de un encuentro fortuito con Amin, éste le hace una oferta que no puede rechazar y lo convierte en su médico de cabecera para pronto convertirse en su "asesor más cercano". Nicholas se deja engatuzar por el carisma del gordito simpático y entra en el juego involucrándose en temas sobre los que no tiene ninguna preparación, como elegir la mejor oferta para contruir un aeropuerto.
El director es tremendamente hábil en mostrar la bipoladirad del general ugandés (¿ese es el gentilicio de un oriundo de Uganda?) que explosivamente pasa de provocarnos gracia y risa a temor y respeto, gracias -en gran parte- a la versatilidad del wenazo de Forrest, que retrata en forma impecable el gradual descenso hacia la paranoia y carnicería del dictador, mientras que McAvoy lentamente comienza a entender dónde se ha metido y de dónde no puede ya salir.
"El Ultimo Rey..." es una película cautivante, entretenida e histórica, algo así como lo fue la subvalorada Hotel Rwanda el año pasado, con muchos hechos documentados y probablemente otros que no tanto, pero que vale la pena verse por las increibles actuaciones de tanto Whitaker (se huele a Oscar) y McAvoy que lo hace casi tan bien, pero es finalmente opacado por la larger than life representación de Amin. En el curriculum del director solo aparecen documentales, por lo que se puede suponer que la mayoría de las escenas debe haber estado bien avalada de una extensa documentación, lo que es aun más valioso para los que ignoramos gran parte de la historia del continente del Rey Leon.
Amin: Me deberías haber dicho que no expulsara a los Asiaticos
Nicholas: Lo hice
Amin: Pero no me convenciste Nicholas... me tenías que haber convencido.
Notable.
Amin fue el dictador de Uganda entre 1971 y 1979, periodo durante el cual se estima que asesinó entre 80.000 y 500.000 personas (tremendo margen de error). Es durante su llegada al poder que conoce a Mr. Tummus de Las Cronicas de Narnia, perdon, a Nicholas Garrigan, un escoces recién graduado de medicina que se embarca a Africa, luego de seleccionar su destino en forma aleatoria, en busca de aventuras y de alejarse de su megalómano padre. Luego de un encuentro fortuito con Amin, éste le hace una oferta que no puede rechazar y lo convierte en su médico de cabecera para pronto convertirse en su "asesor más cercano". Nicholas se deja engatuzar por el carisma del gordito simpático y entra en el juego involucrándose en temas sobre los que no tiene ninguna preparación, como elegir la mejor oferta para contruir un aeropuerto.
El director es tremendamente hábil en mostrar la bipoladirad del general ugandés (¿ese es el gentilicio de un oriundo de Uganda?) que explosivamente pasa de provocarnos gracia y risa a temor y respeto, gracias -en gran parte- a la versatilidad del wenazo de Forrest, que retrata en forma impecable el gradual descenso hacia la paranoia y carnicería del dictador, mientras que McAvoy lentamente comienza a entender dónde se ha metido y de dónde no puede ya salir.
"El Ultimo Rey..." es una película cautivante, entretenida e histórica, algo así como lo fue la subvalorada Hotel Rwanda el año pasado, con muchos hechos documentados y probablemente otros que no tanto, pero que vale la pena verse por las increibles actuaciones de tanto Whitaker (se huele a Oscar) y McAvoy que lo hace casi tan bien, pero es finalmente opacado por la larger than life representación de Amin. En el curriculum del director solo aparecen documentales, por lo que se puede suponer que la mayoría de las escenas debe haber estado bien avalada de una extensa documentación, lo que es aun más valioso para los que ignoramos gran parte de la historia del continente del Rey Leon.
Amin: Me deberías haber dicho que no expulsara a los Asiaticos
Nicholas: Lo hice
Amin: Pero no me convenciste Nicholas... me tenías que haber convencido.
Notable.
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