Hotel Rwanda - review
La masacre o genocidio en Ruanda es un recuerdo borroso. Algo sabía de tribus que se estaban matando entre sí a machetazos y de un éxodo masivo de Ruanda a la frontera. Pero al parecer no sólo yo tengo esas imagenes extraviadas en el subconciente, sino que el mundo entero: En 1994 comenzó un levantamiento civil de los Hutu contra los Tutsi (las dos grandes mayorías étnicas de Ruanda) que terminó convirtiéndose en una "solución final" para eliminar a estos últimos. Y el mundo miró para otro lado. Claro, en Ruanda no hay petroleo ni productos valiosos que estimulen la intervención inmediata. No. Ruanda sólo exporta té y café. En consecuencia, un millon de Tutsis muertos.
Hotel Rwanda no es sobre el genocidio ni las marañas políticas que acabaron en este desastre, sino sobre la verdadera historia de un administrador hotelero que salvo a más de 1.000 refugiados albergandolos en su hotel: Paul Rusesabagina (se podría haber llamado la Lista de Rusesabagina, pero habría sido más complicado de marketear).
Paul (Don Cheadle) es un Hutu, y como Hutu no corre peligro alguno de ser exterminado. Pero toda su familia es Tutsi. Afortunadamente Paul, como manager de un hotel 5 estrellas, logró hacer "amistades" con miembros de alto rango del ejercito, que de alguna manera le asegura cierta tranquilidad. Sin embargo, al regresar al hotel, cada vez va recibiendo más y más refugiados Tutsis de quienes se va haciendo responsable, alojándolos en el Hotel y tratándolos como huespedes, obligándolo a mentir y coimear para mantenerlos a salvo... La película nos muestra cómo las circunstancias pueden convertir a un hombre en héroe sin estar buscando ese título, incluso intentando evitarlo; cuando el sólo acto de hacer lo que corresponde puede terminar salvando miles de vidas.
Hotel Rwanda es un recordatorio del tipo de horror sin sentido que puede resultar de un odio religioso, incluso cuando las diferencias son sólo aparentes: al principio explican que la división entre Hutus y Tutsis fue hecha por los colonizadores belgas, separando en una tribu a los más altos y de nariz más pequeña, y en la otra a los que (en teoría) se parecen más a Don Cheadle. Suena absurdo, incluso puede ser inventado, pero ¿las divisiones actualmente existentes en el mundo acaso son mucho más sensatas? Definitivamente lo que sucedió en Ruanda no es un hecho aislado. Los conflictos que siguen ocurriendo ahora reafirman la noción de que la humanidad parece ser incapaz de aprender de la historia. La película es brutal y shockeante cuando debe serlo, pero también es inmensamente humana y emocional. La interpretación de Cheadle (que le valió la nominación al Oscar el año pasado) es potente y sencilla. Logra transmitir la frustración de toda la nación al percatarse de la inactividad de las Naciones Unidas que, estando en el país, tienen órdenes de no actuar ni impedir la masacre.
La película intenta movilizar. Y a ratos lo logra. Quizás si hubiese visto esta y El Jardinero Fiel seguidas ya tendría pasajes para Africa. Lo dudo. Pero si me enterneció. Si me dieron ganas de hacer algo. Al menos de escribir mi comentario en este blog.
Hotel Rwanda no es sobre el genocidio ni las marañas políticas que acabaron en este desastre, sino sobre la verdadera historia de un administrador hotelero que salvo a más de 1.000 refugiados albergandolos en su hotel: Paul Rusesabagina (se podría haber llamado la Lista de Rusesabagina, pero habría sido más complicado de marketear).
Paul (Don Cheadle) es un Hutu, y como Hutu no corre peligro alguno de ser exterminado. Pero toda su familia es Tutsi. Afortunadamente Paul, como manager de un hotel 5 estrellas, logró hacer "amistades" con miembros de alto rango del ejercito, que de alguna manera le asegura cierta tranquilidad. Sin embargo, al regresar al hotel, cada vez va recibiendo más y más refugiados Tutsis de quienes se va haciendo responsable, alojándolos en el Hotel y tratándolos como huespedes, obligándolo a mentir y coimear para mantenerlos a salvo... La película nos muestra cómo las circunstancias pueden convertir a un hombre en héroe sin estar buscando ese título, incluso intentando evitarlo; cuando el sólo acto de hacer lo que corresponde puede terminar salvando miles de vidas.
Hotel Rwanda es un recordatorio del tipo de horror sin sentido que puede resultar de un odio religioso, incluso cuando las diferencias son sólo aparentes: al principio explican que la división entre Hutus y Tutsis fue hecha por los colonizadores belgas, separando en una tribu a los más altos y de nariz más pequeña, y en la otra a los que (en teoría) se parecen más a Don Cheadle. Suena absurdo, incluso puede ser inventado, pero ¿las divisiones actualmente existentes en el mundo acaso son mucho más sensatas? Definitivamente lo que sucedió en Ruanda no es un hecho aislado. Los conflictos que siguen ocurriendo ahora reafirman la noción de que la humanidad parece ser incapaz de aprender de la historia. La película es brutal y shockeante cuando debe serlo, pero también es inmensamente humana y emocional. La interpretación de Cheadle (que le valió la nominación al Oscar el año pasado) es potente y sencilla. Logra transmitir la frustración de toda la nación al percatarse de la inactividad de las Naciones Unidas que, estando en el país, tienen órdenes de no actuar ni impedir la masacre.
La película intenta movilizar. Y a ratos lo logra. Quizás si hubiese visto esta y El Jardinero Fiel seguidas ya tendría pasajes para Africa. Lo dudo. Pero si me enterneció. Si me dieron ganas de hacer algo. Al menos de escribir mi comentario en este blog.
1 Comments:
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