domingo, septiembre 30, 2007

FX

Normalmente los efectos especiales se utilizaban para crear realidades que no existían o mostrar cosas que de otra manera serían imposibles de filmar. Eso era antes. Hoy no. O sea, no solamente: los FX, al menos en Hollywood, son el mejor amigo del bolsillo del productor para recortar presupuesto.

De muestra un botón: David Fincher pobló Zodiac de efectos especiales que, para el ojo común, pasan totalmente desapercibido.

The Contract - review

Uno tendería a pensar que una película con Morgan Freeman y John Cusack debiera ser, al menos, buena. Claro, porque probablemente a actores como ellos les deben llegar cientos de guiones sobre los cuales elegir que oferta tomar. Pero, tal como lo demuestra esta película, a veces se equivocan. O no, y simplemente lo hacen por el dinero. De ahi el nombre de la cinta: El Contrato.

Cada cuadro de la película es un cliche formulístico con todas las claves que deben aparecer en libros del tipo "Thriller for Dummies": hijo se lleva mal con el papa - papa lo lleva de campamento - asesinos sueltos se pierden en el bosque - padre e hijo se lo topan - persecucion por el bosque. El resultado es tan mediocre que incluso en EEUU la cinta pasó directo a DVD sin darle la oportunidad de enfrentar la pantalla grande. Lo que es extraño es que si alla arriba se dieron cuenta de ésto ¿por qué aca abajo la tenemos en todos los multiplex? Se ve que siempre debió haber sido una película directo para la TV (con esto no quiero desvalorizar la calidad de las películas directo-a-la-tv).

Freeman es Frank Carden, un asesino entrenado por el gobierno ahora convertido en exterminador a sueldo, que es arrestado por un policía de poca monta luego de un inconveniente con su auto. Los agentes federales llegan para hacerse cargo y transportarlo a la urbe más cercana, pero antes de que eso ocurra la banda de Carden ataca al convoy y este huye por las montañas... para ser rapidamente recapturado por el policía-ahora-profesor Ray Keene (Cucsack) que justo estaba acampando ahi con su hijo rebelde. Lo que sigue es un paseo por la naturaleza salvaje del estado de Washington, donde Keene trata de hacer lo correcto e impresionar a su hijo apuntando a Carden todo el camino. Todo en piloto automático.

No es casual que, pese a haber dirigido mas de una veintena de películas, el nombre Bruce Beresford no le suene a nadie... aun cuando fue el responsable de Conduciendo a Miss Daisy con el mismísimo Freeman.

Absolutamente saltable.

Das Leben der Anderen (La Vida de los Otros) - review

Clap clap clap... al fin! Ya había pasado demasiado tiempo sin que siguiera pasmado en mi asiento hasta el final de los créditos. "Es que tu eres un snob que sólo te gustó porque es Europea" falso: soy tan agringado como el siguiente y, de hecho, aparte de las películas de Wim Wenders y El Experimento, no resctato mucho la producción alemana (Corre Lola Corre, me pareció infinitamente sobrevalorada). Asi que no, no es la procedencia ni el idioma, es el contenido y la puesta en escena.

La Vida de los Otros es una historia simple y contemplativa, donde la tensión no está dada por los hechos sino por las expresiones; todo sucede en los rostros de los protagonistas: el amor, el miedo, la angustia y la opresión nos son transmitidas en una serie de miradas que aparentemente parecieran no decir nada. Son las emociones contenidas las que convierten a la película en uno de los films más bellos, fascinantes y emotivos que se han visto en los últimos años.

Estamos en 1984 en la RDA: Republica Democrática Alemana (yeah, right!). La paranoia de la policía secreta, o Stasi, los lleva a tener informantes y poner micrófonos en casi todo Berlin en busca de anarquistas que osen desafiar el régimen comunista y, peor aun, hablar mal de ellos en occidente. Todos son sospechosos, incluso los que se burlen de Honnecker a través de chistes. Uno de sus agentes, Wiesler, es encargado de vigilar a una pareja de intelectuales: él un reconocido escritor; ella una afamada actriz. La vida de ambos, observada hasta el más mínimo detalle, irá influyendo de manera radical en el oficial, afectando a su vida y sus ideales drásticamente.

Es facil caricaturizar a un oficial de la stasi como el enemigo. Sin embargo, Wiesler no parece ser un agente robotizado ni movilizado por el odio, la sed de poder o la violencia. Wiesler es un idealista: cree que con su trabajo contribuye a construir una Alemania mejor y que sus medios de coerción y control están totalmente respaldados por este objetivo... Hasta que a través de la vida de otros comienza a encontrarse con una adormecida ausencia en su vida, y vuelve a revisar sus ideales pero esta vez por los ojos de la joven pareja y el sensible mundo del arte.

La película no es tan simplista en la transformación del oficial alemán. Nunca las cosas, los cambios de direccion, pasan por un solo motivo, este tampoco es el caso: no es un factor el que gatilla el cuestionamiento interno de Wiesler, sino que la conjunción de muchos factores lo que finalmente lo llevan a hacer lo correcto aúnque esto sea contrario a todo aquello en lo que creia: el abuso de poder de la clase gobernante, la ambición a cualquier precio de sus superiores, el aprecio por la belleza del "enemigo", una melodía de Beethoven, la silueta de la actriz, la humanidad del escritor.

Pero una película así de sútil no podría funcionar si no contara con actuaciones magistrales, como la que entrega principalmente Ulrich Mühe (Wiesler), que se luce quitándole cualquier sensacion de voyeurismo al espionaje que realiza. Particularmente esa escena en la que escucha como uno de sus vigilados interpreta una pieza de piano. Complementandose perfectamente con sus coprotagonistas, quienes componen personajes con un gran nivel de desarrollo e imperfecciones.

Definitivamente no es una película de gusto masivo, pero a pesar de que la fui a ver con un grupo grande y diverso, entre los que algunos pestañearon, otros la encontraron lenta y un par mas, larga... ninguno se atrevió a decir que fuera mala. Bien por el Oscar a mejor película extranjera, a pesar de la dura competencia con El Laberinto del Fauno, que facilmente se lo pudo haber llevado por el éxito que obtuvo en Estados Unidos.

Como lei en Rolling Stones: "Florian Henckel von Donnersmarck, su nombre es casi un trabalenguas... pero recuerdenlo".

viernes, septiembre 28, 2007

Casa de Remolienda - review


Quizas es porque soy un chico urbano, pero las historias campestres me hacen gracia los primeros 10 minutos y me aburren los otros 110, cuando el efecto "Peiro, uta que hemos caminao po' oiga, hagamos un aguaite en el camino" empieza a parecer monotono. Y me suena sobre todo a chiste repetido si llenamos ese contexto rural con prostitutas, como ya lo hizo alguna vez Caiozzi con Julio Comienza en Julio.

Tal como el nombre lo indica, la historia se centra en un prostíbulo en el que hay un cantante, 3 putas y la dueña, Rebeca, que se entera de la visita de su casta hermana Nicolasa y sus 3 hijos, por lo que decide hacer un montaje tipo Simuladores y venderle a su hna la imagen de que maneja una pensión. Todo se complica cuando las 3 putas ven en los 3 huasos potenciales maridos. Chan chan.

Por muy simple que parezca la historia, el director se las arregla para complicarla, confundirla e interrumpirla con un desfile de personajes secundarios que no aportan más que una pequeña cuota de autoctonía al relato y que a la larga terminan molestando y evitando que la narración central llegue a puerto o que sus protagonistas logren desarrollarse.

Como leí por ahi "...la película, a la larga, parece más preocupada por desnudar a los personajes que por conocerlos..." lo que siempre es bienvenido, pero eso debe ser un valor agregado y no el proposito final. Si hay que elegir, me quedo con las escenas de desnudos de la Diaz de Valdes en Malta con Huevo, sin ser una película mucho más iluminada que ésta.
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